1. OBJETO Y CONTENIDO DE LA DOCUMENTOSCOPIA:
La palabra documento proviene del latín (documentum), en su sentido original tiene una acepción de elemento demostrativo y probatorio que no ha de ceñirse necesariamente al soporte de papel. El código Penal del año 1995 considera documento a "todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica".
El Tribunal Supremo (Sentencia del 06-10-1975) considera Documento a toda "representación gráfica de un pensamiento, generalmente por escrito, con un contenido de finalidad preconstituida y de constatación de hechos o sucesos acreditados, probatoriamente, frente a futuras contingencias, y destinado al tráfico jurídico".
Como vemos, cualquier objeto material capaz de probar una cosa puede ser considerado documento Sin embargo, lo normal en Documentoscopia, es trabajar sobre secciones de papel soporte (actas notariales, contratos de compraventa, estampillas de correos, billetes, cheques…) que contienen una serie de elementos (escritura, sellos institucionales o de empresas, anagramas, símbolos, pictografías, etc) y que consignan una acción humana. No obstante, en muchas ocasiones el soporte puede ser distinto.
El documento tiene dos partes integrantes:
A) Un soporte, que es el área o volumen físico del objeto documental.
B) La información comunicada o dimanada del objeto documental.
En el capítulo anterior dijimos que el Experto en Grafística ha de ser al mismo tiempo Experto en Documentoscopia. Esta concomitancia de actividades viene impuesta por la propia realidad del documento en su conjunto. Sería una omisión lamentable, por ejemplo, que un especialista analizara exclusivamente la escritura de un anónimo y desatendiera los otros elementos inherentes al documento: papel, sobre, sello, tampones de correos. Por no hablar de que muy a menudo las escrituras se realizan con sistemas de impresión no manuales: máquinas de escribir, impresoras, recortes de periódico, etc.
Siguiendo a Méndez Baquero, podemos definir la la Documentoscopia como "la técnica que trata de establecer, mediante una metodología propia, la autenticidad de escritos y documentos y determinar, cuando sea posible, la identidad de sus autores". Desde esta interpretación la peritación caligráfica entra, por consiguiente, dentro del campo de la Documentoscopia, si bien en este manual hemos optado estudiarlas por separado con una finalidad sistemática y pedagógica.
En determinadas ocasiones las creaciones fraudulentas son muy precarias y no resisten un mínimo análisis. Sin embargo hay veces que no es así, muy a menudo la detección del fraude se ve condicionada por la habilidad del falsario y depende de elementos casuísticos y circunstanciales que el experto ha de saber descubrir y valorar.
La actividad de los falsarios puede resumirse en dos apartados:
1) Confección de un documento nuevo.
2) Modificación de elementos en documentos preexistentes. Este último apartado puede subdividirse en otros: supresión, adición o alteración de elementos documentales.
Este resumen, tan sintéticamente explicado, abre en realidad un inacabable abanico de posibilidades para la actividad delictiva. Lo que ha promovido que la documentoscopia sea una disciplina multidisciplinar que agrupa conocimientos dimanados de muy diversas ciencias, con una única finalidad: verificar la autenticidad, falsedad, o autoría, de los documentos que regulan el intercambio de bienes o de derechos entre los ciudadanos. En suma: si tal pliego ha sufrido (o no) cualquier tipo de manipulación fraudulenta según las apreciaciones vigentes en el Código Penal.
Las actuaciones donde el perito documentoscópico desempeña su labor pueden ser muy variadas, enteramente condicionadas por el desarrollo de nuevas tecnologías, soportes y modus operandi de los delincuentes. Esto exige un constante aprendizaje, muchas horas de estudio, ensayo, y un equipamiento instrumental necesario a veces de muy elevado coste. Son muy numerosas las actuaciones y los tipos de Documento en donde el experto desempeña su labor. Hacemos un breve repaso de los campos de aplicación:
- Manipulaciones o composiciones fraudulentas con Escritura manuscritas (ver Peritación Caligráfica).
- Discriminación de tintas.
- Superposición de trazos manuscritos u otras manchas gráficas.
- Antigüedad del papel.
- Antigüedad de las tintas.
- Cheques bancarios,
- Letras de cambio,
- Pagarés, Recibís,
- Pasaportes nacionales y extranjeros,
- D.N.I., y documentos de identidad extranjeros,
- Documentos elaborados con Máquinas de escribir mecánicas,
- Documentos elaborados con Máquinas de escribir o impresoras eléctricas,
- Impresoras matriciales,
- Impresoras de inyección de tinta,
- Fotocopiadoras de adherencia magnética,
- Impresoras lasser (similar sistema que las últimas),
- Documentos elaborados con Sistemas de artes gráficas,
- Billetes de curso legal,
- Tarjetas de crédito,
- Permisos de conducción,
- Décimos de lotería,
- Cupones de la ONCE,
- Tarjetas de transportes públicos,
- Estampillas de correos,
- Papel moneda,
- Obras de arte.
Al igual que en peritación caligráfica, el experto en Documentoscopia necesita de cierto instrumental básico para ejerce su labor. A continuación exponemos los instrumentos más utilizados.
2. MATERIAL E INSTRUMENTAL EN PERITACIÓN DOCUMENTOSCÓPICA:
- Distintos tipos de lupa entre 10 y 40X. .
- Lupa binocular 40x-80x.
- Microscopio estereoscópico de 50, 100, 300 y 400 (aproximativo).
- Microscopio de comparación.
- Fuentes de iluminación con diferentes intensidades lumínicas. Con posibilidades de aplicar luz perpendicular, rasante y oblicua.
- Módulo de luz Negatoscópica.
- Cámara Digital de al menos 3.500 pixels.
- Scanner para captación de imágenes con un mínimo de 1.200 pixels.
- Programas de Digitalización y tratamiento de imágenes.
- Reglas, transportadores de ángulos. Diferentes tipos de plantillas milimetradas.
- Fuente de radiación ultravioleta con diferentes longitudes de onda para detección medidas de seguridad fluorescentes y otros elementos.
- Módulo compacto con diferentes fuentes luminosas: UV, IR y luz visible.
- Medidor de perfiles.
Explicar cada uno de los campos de actuación de forma detallada daría para un largo tratado imposible de acotar en tan poco espacio, de otro lado, hacerlo de forma sucinta sería una exposición de generalidades muy poco ilustrativa y carente utilidad pedagógica, ya que no mostraría el proceso investigativo y científico que conlleva el análisis documental. Los redactores de estas páginas han tomado la opción de exponer con algo de detalle algunos casos concretos, así como acompañarlos de sus respectivas explicaciones científicas y demostrativas, con la finalidad de presentar al estudiante neófito un marco de referencia de lo que significa el peritaje documentoscópico y el modo de actuación en tal actividad.
Antes de pasar a la parte práctica es conveniente revisar las fases de actuación en todo Peritaje Documentoscópico:
1) Caracterización de Documento: tipo, dimensiones, características, funciones civiles, jurídicas, mercantiles…
2) Selección de pruebas a aplicar en base al requerimiento solicitado por un magistrado, institución, abogado o particular.
3) Aplicación de las pruebas seleccionadas: análisis del documento.
4) Síntesis abstractiva de las pruebas efectuadas: ¿Qué nos indican las pruebas que hemos hecho al margen del requerimiento?
5) Dictamen: Extrapolación de las pruebas sobre la base de las cuestiones que se nos solicitan.
En este último punto influye especialmente la honestidad personal del experto. Se ha de tener en cuenta la pertinencia que existe por parte del profesional de ceñirse al alcance de las pruebas científicas efectuadas, sin abocarse a conclusiones audaces que pueden venir condicionadas por factores alógenos al proceso investigativo. Se puede informar sobre lo que vemos, pero no podemos informar sobre aquello que no vemos, o al menos, no ser tan contundentes, y dando siempre cabida a otras posibilidades. Esto, tan fácilmente comprensible, se olvida demasiado a menudo.
3. ANÁLISIS DOCUMENTOSCÓPICO DE LOS AÑADIDOS FRAUDULENTOS: EJEMPLO CONCRETO DE DISCRIMINACIÓN TINTAS:
Un fenómeno muy común dentro de las actuaciones delictivas consiste en alterar total o parcialmente los documentos que regulan el intercambio de bienes o de derechos entre los ciudadanos. El falsario puede, por ejemplo, suprimir ciertos elementos que figuraban en el documento original para dar al mismo un sentido diferente; dentro de este apartado existen una multitud de procedimientos, entre los que citamos: raspado, lavado químico, recortado, ocultado con tipex o adherente blanqueante, tachado, rellenado, etc. También es posible añadir al documento otras secciones o escrituras que no figuran en el momento de su confección y signatura (el firmado del pliego), en este caso, es completamente pertinente diferenciar las tintas originales de las añadidas.
Para demostrar la diferencia entre tintas existen varios procedimientos, algunos de ellos son destructivos y alteran parcial o totalmente la emulsión y el documento, como la cromatografía, la electroféresis y ciertos reactivos que disuelven los compuestos. El principal problema de tales análisis es que pueden dañar o destruir el documento sin obtener resultados concluyentes, impidiendo, además, otras comprobaciones ulteriores. En otras ocasiones, la muestra de tinta susceptible de ser recogida es tan pequeña que impide cualquier análisis fiable.
4. EL ESPECTRO LUMINOSO.
Los métodos más utilizados para discriminar tintas se basan en análisis no agresivos: visalización microscópica a distintos aumentos, irradiación con distintas longitudes de onda lumínicas para ver sus efectos, análisis de la luz reflejada por medio de un espectrógrafo, sistemas fotométricos de comprobación, fotografía combinada con la utilización de filtros...
El principal inconveniente de los espectroscopios es que su elevado precio los aleja de la mayor parte de los profesionales privados. Sin embargo, hay laboratorios en los departamentos de diversas facultades, así como otros de carácter privado no institucional, que pueden efectuar los análisis y facilitar los resultados al perito para que éste los interprete, y dictamine junto con las otras pruebas por él efectuadas.
5. ANÁLISIS LUMÍNICO CON ESPECTRO VISIBLE E INVISIBLE.
Una de las investigaciones más eficaces, y no destructiva, consiste en la aplicación de distintas frecuencias lumínicas (ultravioleta, espectro visible, infrarrojos) con el objeto de comprobar en cada emulsión la absorción, reflexión o luminiscencia producida en el cuerpo iluminado (la fluorescencia es un tipo de luminiscencia).
Cuando un cuerpo es irradiado con luz blanca, éste absorbe parte de las longitudes de onda y refleja otras que su constitución molecular rechaza. Ahora bien, si el cuerpo se ilumina con longitudes de onda muy delimitadas, se obtendrá una mayor especificidad en la respuesta espectral del cuerpo que absorbe o refleja tal irradiación. Lo esencial es, en última instancia, delimitar la luz aplicada evitando frecuencias alógenas que puedan falsear el análisis. El procedimiento tiene dos sistemas, uno consiste en aplicar directamente la luz sobre el documento con una longitud determinada, y el otro consiste en iluminar el cuerpo con luz blanca e interponer entre la cámara fotográfica y el cuerpo el filtrado correspondiente. Se puede combinar ambos sistemas para maximizar la discriminación.
6. DETECCIÓN DE TRAZOS AÑADIDOS POR ANÁLISIS LUMÍNICO.
Tenemos aquí un caso concreto, un autor ha añadido fraudulentamente un cero a una cifra que figuraba originalmente en un documento ya firmado (imagen 2). Si aplicamos a los dos ceros diversas longitudes en luz visible (azul, verde, amarillo y magenta. Ver imagen 3) es posible discernir en todos los casos el mayor oscurecimiento del cero añadido. Un mayor alcance de la prueba lo obtenemos si en vez de irradiar con frecuencias en espectro visible lo hacemos con longitudes de 385 y 395 ultravioletas. Es fácil discernir con esta prueba (imagen 3) el tono más oscuro del segundo cero respecto al primero. Probablemente, esto se produce por un incremento sustancial de elementos ferrópenicos de la tinta del segundo bolígrafo, este material pesado aumenta la absorción sustractiva de radiacciones dándonos el fenómeno que podemos contemplar en la imagen.
Sin descartar otras causas, a efectos prácticos demostrativos la prueba es concluyente: La respuesta espectral de las tintas es esencialmente distinta, ergo, las tintas son diferentes. O al menos, se ha empleado el mismo bolígrafo pero con un intervalo temporal relevante entre improntas que justifica las diferencias (la tinta ha cambiado). Esto implica que el documento ha sido confeccionado en dos momentos distintos. Es evidente que cuando el autor cogió el útil escritural para añadir el segundo cero, lo hizo con otro distinto al empleado para confeccionar el documento original. Muy a menudo, entre la confección del documento genuino y el añadido fraudulento media un intervalo espacio-temporal que resulta fatal para el falsario, el útil se ha perdido, era el del cliente y ya no lo tenemos, no nos acordamos cuál es, la tinta ha envejecido, etc.
Los elementos documentales que los falsarios pueden alterar son muy variados, sin embargo, es muy frecuente una cantidad monetaria o una fecha. En el caso que exponemos a continuación, en el documento figuraba originalmente la cantidad de 15.155 euros (ver imagen 4), escrita con bolígrafo negro. En esta ocasión se convirtió el guarismo "1" (un simple palote vertical) en un siete a través de la adición de dos rayitas horizontales, dándonos la cifra de 75.155 euros. Lo cual es una diferencia sustancial.
En los análisis de tintas siempre es pertinente la visualización con instrumental de microscopia de los trazos a distintos aumentos, el modo como la tinta se deposita sobre el papel y rellena los intersticios entre las fibras puede darnos pistas muy reveladoras acerca de la fluidez y viscosidad de las sustancias, algo que, complementado con otras pruebas, nos puede ayudar a elaborar un dictamen de mayor alcance.
Sin embargo, en este caso, al examinar con lupa binocular y microscopio biológico no se percibe ninguna diferencia, aparte de verificar que ambos trazos son negros y han sido realizados con un útil de bola de acero propia de los bolígrafos. Quizá uno de los trazos sea más fluido y pastoso que el otro, pero, dado lo reducido de la mancha, este elemento es totalmente insuficiente para determinar con rotundidad que las tintas son distintas.
Si aplicamos al guarismo diversas longitudes en luz visible (ver imagen 5) es posible discernir en todos los casos el tono negro claramente contrastado de las barras, frente a las otras tonalidades del palote vertical. La potencia demostrativa más fuerte se produce con la aplicación de infrarrojos (imagen 6), en donde la tinta del trazo vertical casi desaparece (absorbe muy poca irradiación) y contrasta fuertemente con el negro de las rayas horizontales. La causa probable de una absorción tan distinta deriva posiblemente de la presencia de solutos de carbono en la tinta del añadido. El carbono tiene la propiedad de absorber numerosas radiaciones del espectro luminoso.
Es conveniente avisar al lector de lo sumamente complejo y arriesgado que es hacer inferencias acerca de la composición de las tintas con este tipo de pruebas y sin el auxilio de espectrómetro. Las tintas usadas en los bolígrafos y otros útiles son sumamente variables, dependiendo del fabricante, expedición, tipo, color, útil, conservación, humedad, evolución u oxidación de algunos de sus componentes, etc. Las afirmaciones aquí expuestas en este sentido son hipótesis probables no demostradas, y como tal habría de constar en el informe pericial.
Dijimos ante que con estas distinciones entre tintas es posible afirmar que ambas son distintas. Contrariamente, parece lógico afirmar que cuando no se obtienen diferencias espectrales de ningún tipo las tintas son las mismas, pero esta conclusión es incompleta y hasta cierto punto errónea, ya que la tinta puede provenir de dos útiles distintos que emplean un pigmento con idéntica respuesta. Sólo podemos afirmar que "las tintas presentan idéntica respuesta espectral bajo los análisis efectuados. Por lo que cabe inferir que la tinta emulsionada provenga del mismo útil escritural".
7. OTROS AÑADIDOS FRAUDULENTOS.
Dentro de la manipulación documental fraudulenta es muy común añadir secciones a documentos originales y volverlos a fotocopiar para dar validez en curso a la alteración efectuada. Por regla general el falsario recorta de otro documento los datos que interesa introducir (una firma, un casillero, un texto escrito por un tercero, un sello comercial, etc) y los pega sobre el documento que se quiere confeccionar o modificar. El resultado conjunto se fotocopia y se obtiene el documento deseado. Este sistema de alteración fraudulenta tiene múltiples variantes. En algunas ocasiones las manipulaciones son inidentificables, ya que el falsario realiza copias sucesivas que eliminan todo rastro de las alteraciones sufridas por el documento. Esto puede ser muy grave para los que sufren el perjuicio si resulta que el documento original no aparece y sólo existe tal prueba documental. En la imagen siguiente (Imagen 7) tenemos ampliada una firma insertada en un documento. Observarán en la sección inferior izquierda una línea horizontal que no se corresponden con el conjunto de la firma. Esta rayita se debe al relieve sobresaliente que produce el recorte en el pliego original, de forma que al fotocopiar la hoja el artilugio satura de tinta la parte sombreada. Evidentemente el falsario no apreció el efecto de la fotocopiadora, en otras ocasiones no es así, y tales manchas delatoras son eliminadas por diversos medios.
A través de los métodos de ampliación visual comprobamos en los caracteres del documento que nos ocupa (imagen 8) la aglomeración sectorial de los sistemas de impresión INK-JET o chorro de tinta. Este sistema consiste en un fragmento de material piezoeléctrico (cerámica o cristal) que se estimula con una serie de pulsos de tensión en determinados momentos. Cuando esto ocurre el material se contrae o se dilata (depende del ángulo de corte) y expulsa una microgota de tinta alojada en un compartimento contiguo. Los microinyectores (trazadores de tinta) recorren en línea recta sobre la horizontal del pliego disparando las microgotas y perfilando los caracteres. En los tipos del documento claramente se percibe el rastro de los microinyectores con que se han estampado.
En la imagen vemos que esta impresora es un modelo antiguo, ya que las aglomeraciones son muy gruesas, lo que indica un número reducido de microinyectores (32 o 64). Actualmente el número de microinyectores es mucho mayor. Sin embargo, no vemos en el documento los satélites o fragmentaciones de las microgotas expulsadas, rasgo típico de las INK_JET, y las letras presentan una saturación demasiado negra y homogénea impropia de esta generación de impresoras. En la imagen 9 vemos un ejemplo de letras impresas con este sistema.
La causa es que el documento ha vuelto a ser fotocopiado después, y si bien la mancha delatora del paso de los microinyectores es perceptible, no así los otros fenómenos reseñados. Amén de esto, sabemos que el documento ha sido fotocopiado porque diseminadas a lo largo de la hoja aparecen minúsculas partículas de tonner (lupa binocular 60X). Estas partículas son residuos excedentes del tambor que se fijan al pliego de manera accidental, y revelan un tipo de fotocopiado de adherencia magnética. Este sistema fija un pigmento sobre el papel en virtud de una carga polarizante ejercida sobre el mismo, de manera que el tonner tinta se adhiere sobre unos sectores delimitados concernientes a manchas o caracteres. El proceso de adherencia depende de un haz de luz muy intensa que ioniza las secciones manchadas y no afecta las secciones blancas que reflejan la luz. Estampado el pigmento sobre el papel, expedido de un rodillo o similar, se fija por medio de una acción de presión y de calor.
En la imagen 10 tenemos una ampliación de un sector de la firma anterior, fácilmente se percibe el rastro de los microinyectores en los glomérulos de los trazos, similares a los de las letras tipográficas, lo que indica que esta firma no ha sido recortada de una original manuscrita, sino de otra copia reproducida por INK-JET. Además, el rastro de los trazadores de esta firma guarda sutiles distinciones con los caracteres tipográficos. Veámoslo:
A) Los rastros de los trazadores se inclinan hacia la diagonal del pliego, no guardan la horizontal (imagen 11). Esto se ha producido porque el falsario al recortar la firma y volverla a pegar no ha tenido en cuenta la inclinación de la firma cuando se estampó en la hoja original, de forma que al pegarla el grafismo se ha rotado unos 60 grados sin tener en cuenta que los trazadores guardan un paralelismo respecto la horizontal del folio.
B) Se observa que el trazado es doble, con un trazado más grueso y, superpuesto al mismo, otra hilera de trazado más fino y que, curiosamente, no guarda una exacta equidistancia respecto a los primeros. Lo que quiere decir que la firma ha pasado por al menos dos copias INK-JET.
C) Se encuentran en la firma numerosas secciones que han desaparecido a causa de las copias sucesivas por las que pasado la firma. Este indicio ha de ser analizado con cierta prudencia debido a que no se conoce con exactitud los útiles escriturales empleados. Un bolígrafo con punta fina satura mucho menos que un rotulador negro recién estrenado; además, el color de la tinta (azul, negro, verde…) influye en la calidad de la reproducción. No obstante, es evidente que determinadas secciones del grafismo han desaparecido por obra de las copias efectuadas.
D) Los glomérulos que señalan el paso de los trazadores son mucho más gruesos en esta firma que en el texto tipográfico. Lo que revela, como ya dijimos, que la firma ha sufrido varios procesos de copia en virtud de los cuales, y por deficiencia o idiosincrasias de los artilugios reproductores, se ha sobredimensionado el rastro de los trazadores en la firma en mucha mayor medida que en los tipos.
Con estos datos, el perito puede tener sus dudas acerca de cuantas reproducciones han concurrido en la confección de los documentos. Pero es algo incuestionable que la firma ha sufrido más transformaciones que el texto, lo que sumado a la rayita de la sección inferior, demuestra alteración documental por medio de un recorte añadido.
8. AÑADIDOS FRAUDULENTOS CON SISTEMAS DE DIGITALIZACIÓN.
Los adelantos tecnológicos permiten otras técnicas más sofisticadas a la hora de alterar el documento. En el caso siguiente lo que se transporta y se pega a la hoja no es un trozo de papel, sino una sección digitalizada que se impronta sobre el documento que contiene los elementos que interesan. Esto se suele realizar a través de un programa de tratamiento de imágenes del tipo Adobe Photoshop. El sistema es muy sencillo:
1) Se escanea o se fotografía digitalmente la sección que queremos añadir (se traduce a un código digital. La imagen también se puede bajar de Internet).
2) Se limpia la sección escaneada para eliminar las diferencias de tono con el resto del folio, así como otras imperfecciones, por medio de un procesador de imágenes.
3) Se guarda en un archivo de gráficos.
4) Se inserta el gráfico en el lugar del documento donde queremos que figure.
5) Se imprime.
Es posible que en cada caso el método pueda variar, pero la línea directriz es la descrita.
En la imagen 12 se percibe con entera claridad el añadido fraudulento debido a que el falsario ha omitido el punto 2, es decir, no ha limpiado el recuadro en el proceso de digitalización. Es probable que el scanner no tuviera activados los pertinentes filtros al capturar la imagen, el resultado es que el dispositivo hace una lectura algo oscura debido a las sombras ocasionadas por el gramaje o relieve del papel. Lo normal es que, después de capturar la imagen, esta se limpie, se resalte la figura que interesa y se eliminen aquellos rastros oscuros derivados del relieve del papel, o de tonos oscuros del mismo.
Paradójicamente, el método empleado para resaltar los recuadros es homónimo al empleado por el falsario: Se capturan con una alta resolución los susodichos recuadros insertados e impresos, junto con partes adyacentes del pliego. Esta alta resolución (puntos de información por unidad de superficie) capta mínimas variaciones de cromatismo y de tonos en el pliego. Obtenida la muestra se saturan artificialmente por medio del comando brillo-contraste de un programa de tratamiento de imágenes. El resultado es una hipersaturación de los micropuntos cromáticos que descubre la zona de influencia del recuadro sobre las partes del pliego no afectadas por la impresión.
No obstante, la fiabilidad de las conclusiones exige que demostremos ciertos fenómenos inherentes a la impresión. Con la ayuda de la lupa binocular (imagen 13) vemos que la sección del recuadro tiene unos puntos de colores, tales puntos no figuran, en cambio, en la sección del pliego que sirve de soporte. Esto se produce porque al imprimir el recuadro la impresora lo satura conforme la lectura que el scanneado realiza de la fibra del papel (o tonos oscuros por cualquier causa). Los colores de la impresora son los usuales en la tricomía de las marcas más comerciales, ya sea sistema INK-JET o LASSER; tales colores son el magenta, el amarillo y el cian (tetracromía o cuatricomía si se considera el negro). A partir de los tres colores principales se crean todos los demás.
Otra prueba que podemos realizar es comparar la impronta del sello de caucho con que se validan los documentos genuinos con este añadido por impresora tricotómica (imagen 14). Fácilmente se percibe que las tintas de los tampones son homogéneas y no presentan variaciones de color. La impresora, sin embargo, al reproducir la imagen ha confeccionado el tono violeta del sello original a partir de la adición de cantidades significativas de rojo y azul, tal como puede verificarse en la ampliación (imagen 15).
Una última verificación es para indicar que, a su vez, los recuadros insertados tienen otro recorte adicional sobreañadido, en concreto, el que corresponde a la fecha. Es fácil detectar que el rectángulo donde figura la fecha está mucho más aclarado que el resto del recuadro (imagen 12). Además, también la tinta presenta un tono azul cian esencialmente distinto de los tonos morados visibles en los otros elementos (imagen 16). Esto último posiblemente se debe a que el programa de tratamiento de imágenes no disponía del comando de ajuste de colores adecuado (o el autor no sabía manejarlo), y tuvo que usar un color semejante, que no igual, extraído de la paleta disponible en el programa.
Analizado este recorte con el del sello tampón genuino se percibe con absoluta claridad las diferencias de tamaño, forma y color (imagen 17). No creo que reste decir nada más dada la contundencia de la imagen.
Esperamos que con estos ejemplos, puestos a título ilustrativo, el lector haya podido hacerse una idea del tipo de actuación interdisciplinar y metodológica en el Peritaje Documentoscópico.
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